lunes, 3 de diciembre de 2012

Me vuelvo pirómana para arder a su lado.

La explosión que habita en el cielo de su boca 
- dijo una tarde -
no se puede describir con palabras 
o trazos
ni siquiera con sonidos,
silencios o susurros
- añadió -
cualquier verso enredado en una poesía
se queda corto para detallar cómo se desliza la camisa
por sus hombros los domingos,
la cara que pone cuando se recoge el pelo
o quizá debería hablar 
de esa forma que tiene de parar el tiempo 
en una mirada.
A ver cómo te explico
- dijo mientras sonreía -
que el mundo es más bonito desde que me mira
y si aparece paseando por cualquier calle,
esa calle se vuelve
perfecta
y preciosa,
aunque para preciosa su espalda 
- señaló rápidamente -
y en fin,
todas estas cosas que te cuento
y las que no te cuento
se me escapan entre los dedos al escribir
porque si hace falta,
me vuelvo pirómana para arder a su lado
y quedarme a vivir 
en ese incendio.

De sus labios cuelga una sonrisa 
- mencionó mientras pasaba una página del libro -
y la verdad,
es la única persona que me deja sin palabras
sin aliento,
que cuando me muero de frío por fuera
me llena de calor por dentro
y yo no conozco lugar mejor que entre sus brazos.

Tendrías que escuchar cómo me late el corazón 
cuando me mira
quizá esa melodía sí podría hablar
del cielo de su boca
o quizá no, 
porque las mejores sensaciones son esas que acompañas de un
'ay, no sabría cómo explicarlo'
o
'tienes que vivirlo para saber de qué te hablo'
y ahí estoy yo,
otra vez,
- dijo mientras se encendía el último cigarro -
sin palabras,
con esta cara de notevayaslejos
mirada de notepiensosoltar
mientras mis manos dibujan un
tecuidaré en su piel
y un tequiero
aparece tatuado en mis labios.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Cada número de su historia.

Nos besábamos con toda la calma que puede tener el flemático mar.
El sol en el alba. 
La luna en las noches cubiertas. 
Y así, mirando a la ventana, 
pasaban los minutos mientras hubiera pagado 
por una fotografía de aquel instante. 
Sus manos. 
Mis manos. 
Nos besamos con toda la calma que puede tener el primer rayo de luz de la mañana. 
La brisa en la tarde. 
Las estrellas al amanecer. 
Y así, mirando a la ventana, 
pasan los segundos mientras siento su respiración en mi espalda; sin dejar que absolutamente nada ni nadie rompa ese instante. 
(no dejaría que nada ni nadie)
Mis manos. 
Sus manos.

Es sencillamente 
que el sabor de su nombre desprende la esencia 
que mis manos buscan
que cualquier hora es buena para perderme en su pelo 
y que por fin, 
no hace falta que el otoño se disfrace de nada 
para sentirme realmente viva. 
Feliz.
En ningún sitio estaba escrita mi sonrisa de por la mañana, 
ni el vuelco al corazón de por la tarde, 
ni la mirada perdida entre sílabas y metáforas. 
Bombea mi sangre a un ritmo tan perfecto, 
que el eco de las caricias describen la más completa melodía
y aunque no haya sido capaz de fabricarle 
todas esas sonrisas que pretendía
y prentendo
espero que algún día aprenda
y mientras ese día llega
poder continuar mostrándole mis sueños
y que así entienda
que por perderme en su mirada de por las mañanas
por las tardes
y por las noches,
movería montañas
memorizaría cada número de su historia
y así mi memoria
me sonreiría una vez más
porque no hay nada mejor que tener su aroma entre 
la piel
y la cabeza.

martes, 23 de octubre de 2012

Sístole. Diástole.

Recita cualquier adjetivo, que de tu voz trepan por mi piel 
envueltos en mis tobillos
desde el primer hueso hasta el último
desde la lluvia al azul pasando por la tormenta,
lléname la boca de momentos
que a veces los poemas son gestos
y tienen más sentido que ninguna otra palabra

Péiname la sonrisa mientras dibujo latidos
en cada paralelo y meridiano
de tu cuerpo

Tengo verbos que inventar y miradas que devolver
horas de tiempo que parar
e infinidad de afirmaciones que pronunciar
mientras las sílabas golpean,
sin dañar,
centímetros 
y centenares 
de temblores

Sístole. Diástole.
Anestesia en forma de probabilidades,
en forma de atardeceres sonámbulos,
a su vez en forma de melodías que brotan de mis labios
y despiertan
poesía
y prosa
en tu interminable espalda
a través de las yemas de mis dedos

Toco el eco de un susurro mientras aterrizas en mis labios
y yo despego en tu mirada
tu mano entre mis ganas
mis ganas entre tus piernas
tus piernas entre las mías
y el resultado son dos líneas curvas
que silencian hasta el ruido más fuerte
que revelan trazados aún no dibujados

lunes, 15 de octubre de 2012

Incendiadas miradas.

Te miro y me pregunto
dónde estaba mientras
no me buscabas
dónde empecé a estar
mientras el destino tiraba
sus trucados dados
dónde cuando dejaste de no buscarme
y yo dejé de no querer encontrar
y dejé de no encontrarme
irónico lo que dejamos
pero fue ver tu sonrisa
y a orillas de tu mirada quedé
totalmente enganchada
entre tu primera palabra
y tu última, 
temporalmente,
mirada hipnótica

Te miro y me pregunto
te miro y te pienso
cómo no pensarte
cómo no querer perderme 
en tu interminable espalda
y descubrir
ese millón de secretos
cómo no querer fabricar
ilusiones
sonrisas en forma de
buenos
y mejores días
ofrecerte mis noches
mostrarte mis sueños
mis risas
y esa manera que tengo
de arrugar la frente
cuando algo me preocupa
dejarte entrar en aquel rincón
donde guardo las cosas importantes
y esperar con vos en la antesala
de mis pensamientos
donde desde hace algún tiempo
me acompañas
lo decoras, lo cuidas
como algo que te diera miedo
y a la vez te gustase

Te miro y te siento
nos besamos perdiéndonos 
en incendiadas miradas
y temblores
yo en tu espalda
tú en mi cuello
yo en palabras
tú en mis versos
con la intención de que entiendas
y sientas
que eres tú quien hace
que cierre inconscientemente los ojos
para dar forma a mi sonrisa
por ti,
de medio lado
y quien hace que piense
como diría Neruda
que quiero hacer contigo
lo que la primavera hace
con los cerezos
quiero descubrirte
entrar en ti
y probar el infinito

lunes, 8 de octubre de 2012

Otoño.

Siempre fue más sencillo hacer poesía 
que hablar de mi 
pero al fin y al cabo las palabras que trazo 
no son más que el guión de un presente 
que sombrea mi alma 
entre curvas, rectas y tachones 

El otoño atravesó veloz la puerta 
preguntándome qué quería decir 
tuve que abrir los pulmones para respirar 
vaciar la cabeza para pensar 
y mirar como siempre hacia las calles 
mientras la sonrisa se desborda 
entre comisuras asimétricas 
entre mitad y mitad 
entre beso y beso 

Esa sensación. 
Que se rompan las ventanas, que proteste el invierno 
que se quejen los disfraces y epitafios, que 
el otoño 
ha venido con fuerza 
y al final yo termino escribiendo en el papel algo así como: 

Inundaría este mar de palabras 
con tal de que me bañaras con tu sonrisa 
con tal de que empaparme de ti 
fuera 
el siguiente escalón 
de tu interminable espalda

domingo, 30 de septiembre de 2012

A tientas.

Suponiendo que la risa sea el sexo del alma yo me pido derribar el vacío de las palabras. Enciendo un cigarro y a mitad de una frase se consumen los pensamientos más rápido que el tabaco, ya sólo queda ceniza. Suena de fondo una canción y al pensar 'qué oportuna' aparecen los putos juegos de palabras que convierten las sílabas en constante magia. Abro el cuaderno, leo y sonrío; se combinan el cabreo y la alegría, la caída y el jodido cielo, y mientras me enciendo otro cigarro recupero inconscientemente mi sonrisa de medio lado. No sé por qué pero me siento bien aún dentro del caos que se ha mudado a los últimos domingos. Y cerrando los ojos fuerte la alterada imaginación se pone de mi parte, todos los sentidos se despiertan y espero que llueva y que no pare, que las caricias rocen el alma, que el fuego se mantenga en la delicada piel y que el cuentakilómetros deje de joder como si fuera un lunes cualquiera. A tientas espero encontrar algo de luz, las 20:02 siempre me acompañan y en fin, que esto hoy no va de lírica, va de desempañar un poco el cristal que tapa el pecho, y la cabeza.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

4 versos y medio.

A veces usted sonríe y las calles intransitadas dibujan poesía
a veces se unen palabras y melodías
y todos los relámpagos injustificados se evaporan
entre marcas de piel
y el reflejo de unos pies tarareando canciones
que hablan del azar

A veces son suficientes 4 versos y medio para definir
cómo caen las gotas de lluvia en una calle desierta
otras veces sólo es necesario definir el beso
pero la mayoría
se prescinde de la definición
que las palabras, en ocasiones, sobran
y es mejor hacer ruido con las manos
que rebote en el corazón

La electricidad de un momento ilumina la noche
y al enhebrar unos cuantos acordes
un jueves puede encantar
un martes sorprender
y en fin
cualquier día de la semana puede ser un buen día

viernes, 7 de septiembre de 2012

Sólo hay que saber cómo.

Podría quejarme menos y como un brillante foco
ser la flecha que ilumina al inquieto movimiento
podría perderme
una y otra vez
en la mirada perdida de las personas
que, indescifrable, o a veces no tanto
dibuja mirillas sin llave hacia el interior
exterior
y esa pequeña parte que aseguramos saber situar
pero se pierde entre desfiles de palabras

Ya lo decía Aristóteles
tienen en sí y por sí mismos el principio de su movimiento.
Quién sino uno mismo para sobrellevar el agotado insomnio
los juegos de manos con destino decidido
el nido de pensamientos agujereado
o esos besos que te sumergen
en el fuego más profundo y perfecto
en la vida
en el encanto de una bonita sonrisa

Fácil es escribir tan abstracto que las dudas del mensaje
se pierden en tardes de poesía y café
difícil es volar
aunque sólo hay que saber cómo

martes, 14 de agosto de 2012

Dulces gritos que entrecortan el aire que acaricia sus labios.


Incendiaba todo alma por el que se dejaba caer
y caía
como el sol bajo su cintura
como un primer recuerdo ya olvidado
como su pelo rozando la curva de su frágil clavícula
destrozando
todo tipo de amor 
y desamor
o quizá ambos, puede que hasta los cristales anhelen la derrota
el ocaso
y el siempre esperado desastre

Se le iba la vida buscando la distancia corta del amor eterno
el vino blanco entre sus primeros pasos de baile
el rayo de luz más intenso perdido en las blancas sábanas
el susurro que ladra silencios de vértigo

Invertía su tiempo en canjear afonías por gemidos
por sudores efímeros
dulces gritos que entrecortan el aire que acaricia sus labios
acrobacias en forma de verbos que sostenían un deseo tan eléctrico
que hasta los dedos ajenos a su piel
perdían el equilibrio al tropezar con el vuelo de su vestido
mientras la pólvora de sus labios 
volvía loca a la expectante dulzura
y los pecados compartidos 
siempre mejor recibidos si venían de la mano de la inmortal
y siempre perfecta
melodía de aullidos bajo su ombligo

jueves, 28 de junio de 2012

Y en miradas que suplican paz, te devuelvo a la más placentera guerra.

Descongelas los besos que te debo
como si el cálido hielo que sostienes entre los dientes
se fundiera en mi piel
como si al besar la comisura de tus suaves párpados
tus manos se escaparan a mi cintura
mientras dibujas en ella el recorrido de mis dulces
y siempre descarados
gemidos.


Hablas de la atrevida lujuria de mi boca
de lo imprudentes que son mis labios 
cuando se desvanecen en tu frágil cuello para perderme 
entre susurros y palabras prohibidas
y dejarme llevar
una y otra vez
con las manos atadas a la cabecera de tu respiración
siempre entrecortada
y siempre tan intensa 
como la marca de mis uñas en tu interminable espalda
como tu juego de manos alrededor de mis piernas


Si hace falta recorro el infierno para sacarte una sonrisa
desnudo tu piel desenvolviendo sentimientos
te dejo sin voz mientras arañas la idea del placer
y en miradas que suplican paz
te devuelvo a la más placentera guerra

lunes, 25 de junio de 2012

Café solo, y sin azúcar.

Siempre se sienta en la misma oxidada mesa, donde el sol despliega su luz como un pintor juega con los no tan silenciosos colores. Colecciona dudas y desconfianzas, no procura ocultar su tormenta como hace el chico solitario que se sienta a dos mesas de ella dibujando engaños tras la retina. No puedo evitar observarla a lo lejos, perderme en los gestos que susurran dolor, observar cómo al levantar la cabeza paraliza el tiempo que roza y perfila su piel. Se dirige a su mesa y es como si la luz se fundiera, el falso y negro telón se bajara o la inquieta cerilla se consumiera. Enlaza el desorden que nos rodea a todos como si de un enorme puzzle se tratara encajando cada pieza con la mirada. Un suave hilo de voz se atreve a pedir un café solo, medio sonríe cuando le vuelven a preguntar qué quiere y al repetirlo se coloca su corto, liso y negro pelo detrás de la oreja. Guarda susurros de bolsillos y no aparta la mirada del sucio suelo mientras agarra la taza con ambas manos, bebiendo muy despacio y respirando como si le estuvieran rompiendo el alma en pequeños trozos que jamás podrá volver a unir de la misma manera. 


Su disfraz caducado tiene un precio demasiado alto, apuesto a que cree que su guión no está a la altura del resto de palabras, renglones y párrafos sin terminar. Termina el café y enciende un cigarro con excesiva prisa, fumándose casi hasta el filtro marcado por su pintalabios rojo, como si el miedo fuera la asfixia del minutero, como si los secretos inventados se convirtieran en verdaderas mentiras, como si su vida se viera reflejada en una taza de café; solo y sin azúcar, en un viejo bar servido por un ignorado desconocido con el que no ha intercambiado más de 8 palabras. 8 son también los segundos que tarda en irse, sin mirar atrás. Da 8 pasos, y desaparece, como el humo de ese breve e intenso cigarro, como el rastro de una persona en un bar lleno de gente.

miércoles, 20 de junio de 2012

La ausencia más puta toca el piano.

A ti te da igual, sonarán todas las viejas campanas del lugar
pero no te enterarás
porque piensas en invencibles al tiempo que en vulnerables
piensas que la siguiente delgada ola nunca mojará tus pies
que la arena
nunca te cubrirá del todo
y te equivocas
porque un día te distraerás, perderás la enfermiza memoria
y volverás a cometer todos esos errores 
que auguraban las viejas campanas
o quizá no, quién sabe


Quizá si cambiara todas las segundas personas
por primeras
esto puede que llevara mi nombre
o no
las ausencias y la memoria follan agotadas
sospechan las unas de las otras
y ante el cigarro de después, destrozadas, huyen
para volverse a encontrar en la siguiente esquina
y así amarse eternamente
de una manera
inmortal
ligeramente destructiva
y jodidamente perfecta


La ausencia más puta toca el piano, y a ti te enamora
siempre te ha gustado 
que te maten lentamente mientras sonríes
que el placer sea exclusivo
las medias
por las rodillas
y de fondo
el sonido de las campanas destrozando
la existencia de la miserable
y triste
memoria

miércoles, 13 de junio de 2012

Prohibidos y profundos.

Nada de lo que escriba podría acercarse al rastro de huellas que dejas al caminar
que como maravilla
te encuentras en la primera posición
que los juegos debajo de la mesa están bien
pero yo quiero entrar en casa y perfilar
una y otra vez, tu silueta
dejarme llevar por el instinto, saborear
arañar, empapar, acelerar
recorrer, besar
perderme en el pentagrama de respiraciones entrecortadas
de piernas infinitamente largas
de prohibidos y profundos
de labios que averiguan y manos que desnudan


La impaciencia de tus dedos se refleja en el ruido
que hacen los botones de mi camisa al caer
después de arrancarlos
en los últimos descansos antes de comenzar el juego
en una melodía que inauguran mis tobillos


Haré de ti poesía, una vez más
y llegará el momento en el que no tengas ni voz
mientras acompañas a mis ojos al borde del abismo
y mueras 
una y otra vez
en el apéndice de sonrisas, miradas y palabras
de esas que me vuelven loca
y me hacen correr a abrazarte, no soltarte
y susurrarte cosas como 
"yo te siento temblar contra mí 
como una luna en el agua".

miércoles, 6 de junio de 2012

Arránqueme la ropa.

Podríamos pasarnos la tarde buscándonos el crujir de nuestra piel
divagando en bucle sobre sonrisas y naufragios
pero tú prefieres dibujarme besos en folios
los repartes
por cada centímetro eterno de mi ser
sacándome a bailar, gritar y gemir
porque sí
te encanta mi vestido azul mientras gira 
pero más mientras cae.

Pierdo la cabeza si me dices que es poesía
lo que hace deslizarse
una y otra vez
la ropa por nuestros cuerpos
que las caricias se prometen sábanas
que las sábanas se enganchan al cielo
que despacito
como si fuera a pararse el tiempo en un dulce murmullo
elevas la altura
te ahogas en mis pensamientos
te apresuras despacio
y un beso urgente en el silencio decora la tarde.

Haces que pierda por un momento
y hasta continuamente
los papeles y la ropa, siempre la ropa.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Que junto a tu boca, sonría tu alma.

No se trata de envejecer o rejuvenecer. Se trata de vivir, de firmar en el libro de visitas de la vida. Verte con 80 años, echar la vista atrás y sentir que has vivido verdaderamente. Que con 16 hiciste la mayor locura de tu adolescencia, con 17 quisiste y con 19 odiaste. Con 21 viviste. Y todo lo que queda. Sonreír, se trata de sonreírle a la vida, con lo que venga, coger de la mano y sentirte viva, tirarte de cabeza para besar unos labios que susurran tu nombre. Que se te haga polvo la garganta en el concierto de tu vida, que te duelan los pies de tanto bailar, la tripa de tanto reír, los ojos de tanto mirar. Ver, se trata de ver; no perderte ni un momento de tu vida, fotografías mentales que te acompañen en los interminables viajes que nos separan a los unos de los otros. Supongo que de alguna manera necesitamos encontrar un hogar, algo a lo que ponerle nuestro nombre, nuestro espacio, nuestra esencia. No olvidar, sobre todo no olvidar, aunque duela de una manera inconcebible. No olvidar lo que fuiste y los que fueron a tu alrededor. Ser aprendiz de momentos, aprender a MORIR O MATAR. Decidir. 


Rebuscar en los bolsillos de los pantalones viejos y encontrar la noche y el día quitándose la ropa; caricaturas de momentos tatuados con tinta a color, porque las mejores sensaciones se sienten en amarillo, verde, rojo y morado. Tener en cuenta las victorias y los fracasos, la imperceptibilidad de algunas miradas, la inaprensibilidad de muchas palabras, la invisibilidad de ciertas caricias. Los eternos besos, los inmortales abrazos, las infinitas ganas de amanecer entre sábanas decoradas con gemidos y arañazos. La perfección del sexo. La insuperable imagen de dos cuerpos entrelazados. La sensación de vivir y morir a la vez; de subir al cielo, de caer entre brazos ajenos que dibujen los lunares de tu cuerpo, de cerrar los ojos... y sentirte viva. Desprender amor. En realidad, echar la vista atrás y sentir que, además de tu cuerpo, ha sido tu alma quien ha creído renacer una y otra vez en cientos de ocasiones.


martes, 1 de mayo de 2012

Cada día me siento más cerca de ti.

La nostalgia puede llegar a ser bella de la tristeza que abarca, es como un perro que te pide que le saques de paseo, es como un cigarro que se queda en standby de por vida. Pero entonces abro la puerta, y ahí estás tú. La dictadura de la primavera en tu piel, el calor de mi invierno, las mariposas del otoño y el verano de nuestra vida. Cada día me siento más cerca de ti. Escribes en un post-it que "el día que duermo contigo no hay estrellas en el cielo porque están todas en nuestra cama", yo creo que la noche es más bonita cuando pasamos de inviernos sin calefacción a piernas entrelazadas que mueren por hacerse cosquillas. Me incorporo y te digo aquello que llevaba un tiempo queriéndote decir, esas cosas sencillas que cualquiera diría en 40 segundos, y yo necesito 3 minutos. 

Te das la vuelta, sonríes mientras cierras poco a poco los ojos y me dices: "Ojalá este momento no terminara nunca, se convirtiera en un bucle sin final, en una espiral que desprende amor, en una pregunta en el estómago de la que únicamente sólo sabes tú la respuesta. Estos últimos 3 minutos se han convertido en el mejor momento de mi vida."

La cama parece más bonita, las sábanas más suaves y la luz que entra por la ventana tiene cada vez más vida. Duermes mientras sonríes y yo te hago una foto para no olvidar jamás este momento, me acerco despacio, me tumbo a tu lado y antes de susurrarte que tequiero te lanzas a mi boca como si fuera el último segundo de nuestras vidas. La luz que entraba por la ventana nos cubre, la cama tiembla y las sábanas, como de costumbre, terminan por el suelo.

lunes, 23 de abril de 2012

Flores y libros.

Y entonces dijo:
- "Con una flor y un buen libro me has enamorado".
Al día siguiente, después de una llamada, me enteré que sus flores preferidas eran las peonías. Me puse lo primero que pillé del armario y me acerqué a la librería más cercana. Salí en busca de Julio Cortázar. Pensé que ojalá leyera entre líneas un "Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos", pensé que ojalá lo leyera pronto y me preguntara por qué ese libro. Me presenté en su casa con el desayuno, la peonía más bonita que encontré, un libro y una sonrisa nerviosa que hablaba por mi. Me podían los nervios, e inexplicablemente, cuando eso pasa me tiembla algo alrededor del ojo izquierdo. Mientras esos segundos para mi eran un mundo y no sabía muy bien dónde meterme, me miraba sonriendo, inmóvil, desprendiendo, como siempre, tranquilidad, en calma. Se acercó, me abrazó y me susurró al oído: "esa flor, a pesar de todo, no es lo más bonito que hay aquí ahora". Pasamos del más puro romanticismo a la pasión más salvaje. La flor, desde el suelo, fue testigo de cómo la poesía es un secreto de adultos.

"Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."

martes, 27 de marzo de 2012

miércoles, 14 de marzo de 2012

Haré de ti poesía.

Me gusta que me mires como lo haces cuando hago el primer café de la mañana, tomarlo en la cama mientras el sol y la sombra se debaten en tu cuerpo por las rendijas de la persiana. Me gusta ver cómo sonríes mientras calientas tus manos alrededor de tu taza favorita. Tus pequeños detalles. Mis mejores sonrisas. Me perderé en el pacto de tu boca y la mía, haré de ti poesía mientras tú sacas los acordes de nuestras piernas enredadas. Desabrochas los botones de mi alma, me arrancas un gemido con final feliz. Jugar en tu ombligo, subirnos al ático mientras vemos amanecer, sentir que el corazón se me sale por la boca. Cierro los ojos muy fuerte para que ese momento no se vaya jamás de mi memoria, sonrío, y sellamos la puesta de sol con un beso tan eterno como la infinidad de un momento vivido.

jueves, 8 de marzo de 2012

Tú, poesía.

Desayunar en nuestra cama. Enamorarme de tu espalda. Me buscas las cosquillas en cada rincón de mi cuerpo. Te busco la felicidad en cada poro de tu piel. Y allí estamos tú y yo, recitando prosa y narrando poesía con el lenguaje de las manos.

viernes, 17 de febrero de 2012

Días raros.

No se puede huir del pasado, y la verdad es que no quiero. Por esa mezcla de melancolía, nostalgia y nudo en la garganta, junto con una sonrisa de medio lado, de las de siempre. Chín chín.


Desde el rompeolas me acuerdo de ti.



Porque a veces olvido lo que me gusta esta canción, pero nunca olvido a quien la odiaba.







Antes de que las distancia nos convierta en dos extraños quiero que sepas que en el fondo yo caminaré a tu lado, porque siempre...

miércoles, 8 de febrero de 2012

Paraísos árticos.

Que aparece un cosquilleo cuando me bajo del avión y sé que en poquitas horas aquí vas a estar tú, a mi lado, celebrando nuestro 11. Digámonos lo importante sin hablar, cortemos la calle, y pasemos el día rodando en la alfombra. Que tiemble el parqué, pero no de dudas, sino de emociones. Que se esconda tu piel bajo la mía; que juguemos a perder las manos. Que perdamos toda la ropa mientras jugamos, y celebremos que ambas sonrisas son nuestras rutinas preferidas.

lunes, 30 de enero de 2012

No me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.

No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza por eso de que sus caderas... Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da.


Pero además la he visto seria, ser ella misma, y en serio que eso no se puede escribir en un poema. Por eso, eso que me cuentas de que mírala cómo bebe las cervezas, y cómo se revuelve sobre las baldosas y qué fácil parece a veces enamorarse.

Todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción...

Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.

Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente para decirte, venga, hazte un peta y me lo cuentas. No sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece, luego te abrace y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.

Así que supondrás que yo soy el primero que entiende, que pierdas la cabeza por sus piernas y el sentido por sus palabras, y los huevos por un mínimo roce de mejilla.

Que las suspicacias, los disimulos cuando su culo pasa, las incomodidades de orgullo que pueda provocarte, son algo con lo que ya cuento. Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada, que hace tiempo que escribo los míos. Que yo también la veo.

Que cuando ella cruza por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo. Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior. Que conozco su voz en formato susurro, y formato gemido y en formato secreto.

Que me sé sus cicatrices, y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, y me sé lo de sus rodillas, y la forma que rozar las cuerdas de una guitarra. Que yo también he memorizado su número de teléfono, pero también el numero de sus escalones, y el numero de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías.

Que no sólo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores, y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna (y mira que hay tontos enamorados en este mundo).

Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella, rendida a ese puto milagro que supone que exista. Que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos, y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que la puso el camino, y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana: no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.

Que lo de "Mira sí, un polvo es un polvo", y eso del tesoro pintado de rojo sobre sus uñas y sólo los sueños pueden posarse sobre las cuatro letras de su nombre.

Que te entiendo. Que yo escribo sobre lo mismo. 
Sobre la misma.

Que razones tenemos todos. Pero yo, muchas más que vosotros.

sábado, 14 de enero de 2012

Incendios de nieve y calor.

Aquella tarde de Agosto mientras contabas mis lunares empecé a pensar de nuevo en la magia. Lo que pasó días después, placer fingido con el pasado entre sábanas tramposas, subrayó tu imagen mientras te aparecías en mi cabeza. Prendiste la llama de la explosión y yo quería arder contigo. Esperaste lo inesperado y a pesar de mis inconvenientes, mis pegas, mis esperas, mis incoherencias, jamás me echaste en cara todo lo que podrías haberme echado. Mis cambios de opinión intentando aferrarme a algo inexistente, tus párpados de invierno que nunca dejaron de mirarme. Sólo con tu sonrisa, mirada o jadeo has conseguido desenterrar mi presente, el cual estaba años luz de mi cuerpo. Y ahora brillas, brillo y brillamos. Cogiendo impulso entre las sábanas me dices que me quieres y yo... ya sabes lo que hago yo.

miércoles, 11 de enero de 2012

Once.

Las cosas más bonitas aparecen cuando menos las esperas y hay que ser lo suficientemente inteligente como para saber conservarlas. Hace 3 meses sonaba una canción que decía "Y en el fondo todo lo que quiero es verte amanecer..." mientras se colaban los primeros rayos de luz por la ventana. Tú la tarareabas y yo no podía pensar en ninguna otra cosa que en ese momento. 

3 meses después tú la sigues tarareando y yo, que ya me la he aprendido, te la canto bajito bajito al oído.

2012

domingo, 8 de enero de 2012

But sometimes it hurts instead.

I heard that you're settled down, that you found a girl and you're married now, I heard that your dreams came true, guess she gave you things I didn't give to you.