lunes, 14 de octubre de 2013

Hacer el amor contigo es regalarle al mundo un día más de vida.

A veces,
el mejor momento del día
se concentra en tu cuello
cuando te recoges el pelo,
y sin ni siquiera darte cuenta
recoges mi alma
para llenarla de vida;
que contigo
he encontrado más de lo que estaba buscando;
que contigo
hacer el amor
es regalarle al mundo
un día más de vida

Felicidad
es amanecer repasando con mis dedos
tu 7ª cervical;
es jugársela a la rutina
y despertar respirándote;
es que tu boca me responda 
sin que yo le pregunte,
y divaguemos a besos
sobre toda la vida 
que tenemos por delante

Si sólo tuviera un puñado de palabras,
las usaría para hacerte reír,
para clavarte sílabas
que den a entender
que si la vida durase una hora
contigo serían los 60 mejores minutos
jamás invertidos;
que si fueras abismo me tiraba al vacío,
que si fueras,
y lo eres,
hogar,
hace tiempo que tengo
las maletas hechas

Y aunque la distancia sea una puta
y el tiempo su aprendiz,
me escogiste a mi entre tanta gente;
ahora ya he encontrado un motivo
para que el número 15 me guste;
y sí,
a la típica pregunta de,
¿qué quieres ser de mayor?
yo contesto
que quiero ser tuya.

martes, 1 de octubre de 2013

Como si lo fueran todo.

Se miraban como si lo fueran todo. Como si el reflejo de una vida algo caótica no tuviera ningún tipo de peso sobre ese presente. Como dos gárgolas sobre Nôtre-Dame que nunca han temido caer al vacío y quebrarse en tantas piezas como amaneceres han visto. Podían hundirse en un mar tan profundo que la idea de despertar se convertía en algo tan utópico como resucitar por amor; pero se miraban, se miraban como si lo fueran todo, y flotaban allá donde se lo propusieran. Nunca volvían porque jamás huían; no existían mejores mapas que los que trazaban con las yemas de sus dedos. Se hablaban por debajo de lo dicho e inventaban tantos idiomas nuevos como estrellas hay en el Universo. Y en fin, se querían tanto, que se miraban como si lo fueran todo. 




Y lo eran.