domingo, 30 de septiembre de 2012

A tientas.

Suponiendo que la risa sea el sexo del alma yo me pido derribar el vacío de las palabras. Enciendo un cigarro y a mitad de una frase se consumen los pensamientos más rápido que el tabaco, ya sólo queda ceniza. Suena de fondo una canción y al pensar 'qué oportuna' aparecen los putos juegos de palabras que convierten las sílabas en constante magia. Abro el cuaderno, leo y sonrío; se combinan el cabreo y la alegría, la caída y el jodido cielo, y mientras me enciendo otro cigarro recupero inconscientemente mi sonrisa de medio lado. No sé por qué pero me siento bien aún dentro del caos que se ha mudado a los últimos domingos. Y cerrando los ojos fuerte la alterada imaginación se pone de mi parte, todos los sentidos se despiertan y espero que llueva y que no pare, que las caricias rocen el alma, que el fuego se mantenga en la delicada piel y que el cuentakilómetros deje de joder como si fuera un lunes cualquiera. A tientas espero encontrar algo de luz, las 20:02 siempre me acompañan y en fin, que esto hoy no va de lírica, va de desempañar un poco el cristal que tapa el pecho, y la cabeza.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

4 versos y medio.

A veces usted sonríe y las calles intransitadas dibujan poesía
a veces se unen palabras y melodías
y todos los relámpagos injustificados se evaporan
entre marcas de piel
y el reflejo de unos pies tarareando canciones
que hablan del azar

A veces son suficientes 4 versos y medio para definir
cómo caen las gotas de lluvia en una calle desierta
otras veces sólo es necesario definir el beso
pero la mayoría
se prescinde de la definición
que las palabras, en ocasiones, sobran
y es mejor hacer ruido con las manos
que rebote en el corazón

La electricidad de un momento ilumina la noche
y al enhebrar unos cuantos acordes
un jueves puede encantar
un martes sorprender
y en fin
cualquier día de la semana puede ser un buen día

viernes, 7 de septiembre de 2012

Sólo hay que saber cómo.

Podría quejarme menos y como un brillante foco
ser la flecha que ilumina al inquieto movimiento
podría perderme
una y otra vez
en la mirada perdida de las personas
que, indescifrable, o a veces no tanto
dibuja mirillas sin llave hacia el interior
exterior
y esa pequeña parte que aseguramos saber situar
pero se pierde entre desfiles de palabras

Ya lo decía Aristóteles
tienen en sí y por sí mismos el principio de su movimiento.
Quién sino uno mismo para sobrellevar el agotado insomnio
los juegos de manos con destino decidido
el nido de pensamientos agujereado
o esos besos que te sumergen
en el fuego más profundo y perfecto
en la vida
en el encanto de una bonita sonrisa

Fácil es escribir tan abstracto que las dudas del mensaje
se pierden en tardes de poesía y café
difícil es volar
aunque sólo hay que saber cómo