lunes, 30 de diciembre de 2013

Capítulo VII.

me como la distancia a bocaos'
con tal de terminar el viaje en tu boca

nunca he visto algo tan bien hecho
como nuestro rastro de camas desechas

me refugio en silencio en tu espalda
para así llenarlo todo de palabras

no paran de temblarme las piernas
cada vez que me pienso entre las tuyas

por las mañanas,
nada más despertarnos,
te observo callada esperando que me mires
y me sonrías tímidamente
para decirte que estás-más-bonita-que-nunca

tú me miras
y me dices que soy idiota,
y yo catalogo esa mirada tuya
como el mejor momento del día

583 no son lo kilómetros,
sino las veces que te diría al día que te quiero

domingo, 22 de diciembre de 2013

Capítulo VI.

a veces confundo llover con llorar,
y caigo en charcos de antítesis,
con las manos atadas en cien mil nudos marineros,
a ver si así,
salgo antes o después a flote

luego,
al borde del equilibrio entre las prisas 
y el buscar tu mano para encontrar la calma,
entiendo que este mar es el reflejo de un cielo,
y tras caer en la cuenta
mis manos inquietas empiezan a buscarte,
toda yo me visto de tu nombre
y me abrocho muy cerca del cuello
todos los besos que te debo

la letra pequeña de la distancia
a veces duele más de lo que jode,
pero la solución es sencilla cuando al mirarnos
hacemos grandes todas esas cosas
que pueden parecer pequeñas

jueves, 12 de diciembre de 2013

Capítulo V.

maldeciré al tiempo por su incapacidad para detener la vida,
privándome de conclusiones que se derraman por tus ingles,
en segundos que me separan de tus labios
y minutos que me devuelven una vez más
a este invierno repleto de intrusismo,
que gana al escondite entre tu boca y la mía

no escribiré otra cosa
que poemas insulsos de palabras anacrónicas,
términos cargados de amuletos que no serán más 
que el fetiche
de cientos de páginas en blanco;
que al cerrar los ojos y leer entre líneas
todo se pueda resumir haciendo alusión
a las ganas que tengo de follarte,
del rastro de tus uñas en mi espalda,
y de mi lengua,
siempre empapada,
suplicando guerra entre tus piernas

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Aerolitos. Carlos Edmundo de Ory,

El aforismo, tal como lo practica Carlos Edmundo de Ory, tiende a subrayar una verdad profunda a medias borrada, o crear un sentimiento, una emoción olvidados. Los Aerolitos de Ory se diferencian de otras literaturas breves en que precisamente no son literatura, sino ramificaciones nerviosas de un núcleo vitalísimo que nos recuerda en todo momento que estamos vivos.


La risa es el sexo del alma.

La poesía es un secreto de adultos. 

Los recuerdos son la salud de la enfermedad de vivir.

El amor es el laboratorio del poeta.

No me acuerdo de haber nacido.

Pienso con las yemas de los dedos.

Yo veo molinos de viento en los gigantes.

Los pájaros son pensamientos perfectos.

Ser un minusválido metafísico.

Cada vez somos menos los hombres que no somos nada.

El silencio es políglota.

La muerte no se acaba nunca.

El fuego es bello, luego el infierno es bellísimo.

El deseo es coger las estrellas por los pelos.

A veces me aterciopelo.


Mis máximas son mínimas.