domingo, 31 de marzo de 2013

No se puede fumar el cigarro de después si no ha habido un antes.

Supongo que nunca está de más usar de combustible
una causa perdida,
huir a lamerse las heridas y darse cuenta
de que no existen,
- pero descubrir la huida -
perderse en un standby en el que,
aún escribiendo,
no hay mucho que decir
y es que así funciona la tinta sobre el papel,
no siempre se puede escribir la palabra tristeza
si no se siente entre costilla y costilla,
y a la pregunta de por qué debería,
contestar el típico
'no lo entenderás
si nunca te has perdido en un cuaderno',
que aunque no lo sienta en mi cabeza
ni lo encuentre por mis venas
supongo que nunca está de más usar de combustible
una causa perdida

No hay musa sin poeta
ni poeta que no cruzaría un mar de palabras
con tal de leer a su musa;
entre líneas, 
entre dientes,
entre guerras;
no hay despedidas versátiles si del mar se trata
ni vuelcos al corazón que no te recorran la espalda;
no hay coartadas justas
ni imposiciones parciales;
quizá no hay tantas piedras
para tirar a un solo tejado

En realidad,
si he aprendido algo es que no se puede fumar
el cigarro de después
si no ha habido un antes;
en realidad,
y por fin,
no se puede sacar entre ambas costillas
murmullos de los que pesan
si al meter la mano entre ellas
sólo encuentro pronombres personales
que terminan en 'tú',
e impersonales que empiezan
entre tus sábanas

Podría dedicarte cuatrocientos mil treinta versos 
hablando de cómo me enamoro un poco más
cuando me miras de 'esa' manera
pero te dedico lo que significa,
que escriba lo que escriba 
termino hablando de ti,
que supongo que nunca está de más
dejar a un lado las causas perdidas.

sábado, 16 de marzo de 2013

El entusiasmo del milagro de tu boca.

Supongo que a mi también me costaría entender 
que alguien fuese capaz de parar el sol 
con tal de verme brillar cada día,
que esto no va de intensidades
fuerzas o potencias, 
va de la pasión que se cuela entre tus piernas,
el entusiasmo del milagro de tu boca,
o la energía que nos rodea,
o al menos...
... desde mi punto de vista,
humilde
pero desenfrenado

Supongo que a mi también me costaría entender
que el día pierde su sentido
si mis sentidos no se pierden entre los tuyos;
que los dulces sueños
y las metáforas románticas
son más bonitas si yo estoy recitando en ellas;
pero en fin,
hablar de hogar es hablar de ti,
con tu apellido y esas líneas que lleva tu firma,
tus besos,
sobre todo tus besos,
y la forma que tienes de arrugar la nariz
y desviar la mirada cuando te digo algo bonito;
quizá también que tu pie derecho se acerque al mío
mientras dormimos,
o que si te siento un centímetro más lejos de mi
me tiraría al acantilado de mis deudas en tu espalda,
de los préstamos que te debo,
o de las razones por las que afirmo,
que entrar en tu piel es el camino,
la dirección,
y la verdad

Supongo que a mi también me costaría entender
tantas cosas
pero todo me sobra
y todo lo entiendo
cuando me clavas la mirada mientras crees que no lo noto,
me giro,
y lo que encuentro delante de mi,
es el mundo en el que quiero vivir,
todos
y cada uno
de mis días

jueves, 7 de marzo de 2013

Puedes entender esto como una carta de buenos días.

Tengo la sensación de que no podría pasar más de un susurro sin pensar en tu sonrisa, haciendo memoria para visualizar una vez más todos esos momentos que me hacen sonreír el alma. Aunque a veces no todo salga bien, no veo el momento de llamar a tu puerta, dejarme caer por allí, y esperar que un beso te haga mirarme de nuevo con esos ojos; esos ojos en los que me ahogaría una y otra vez sin pensarlo. Soy consciente de que hay millones de personas que me dan mil y una vueltas, de campana, pero también soy consciente de que ninguna de ellas te va a querer como lo hago yo. Eso sí te lo prometo. Y en fin, que quiero ser la alumna más lista, esa de la primera fila, si de la asignatura de hacerte feliz se trata. Puedes entender esto como una carta de buenos días. Puedes entenderlo como un beso de buenas noches. Puedes entenderlo como quieras, pero por favor, entiéndenos cerca, a ser posible a la altura de tu cintura.

lunes, 4 de marzo de 2013

Porque no hay foto más bonita ni paisaje más suave que ese km de tu piel.

¿Por qué te quiero?

Te quiero porque sacas lo mejor de mi, 
incluso cuando me pongo tonta 
y arrugo la barbilla,
sobre todo ahí, 
cuando me haces ser mejor persona;
porque haces las cosas tan fáciles que incluso a veces me asusto 
(porque soy idiota),
eres la persona de la que me enamoraría en mil vidas,
y mil y una vez en esta nuestra,
por lo que tienes dentro, al fondo a la derecha, 
por lo que vales y dices sin decir, 
por lo que demuestras,
por lo que (me) besas.
No pretendo que hoy esto quede bonito, 
sino sincero, 
y más sincero que nada es decirte 
que desde que te vi aquella tarde sonreír 
no pude sacarme tus labios de la cabeza, 
ni podré,
porque no hay mejor refugio que tus besos

Te quiero por lo que provocas en mi, 
por lo que provocas al mundo,
porque a veces no te das cuenta
de lo felices que nos haces a todos 
por el simple hecho de existir

Te quiero porque un día me tatuaste un mensaje en la piel,
me regalaste tu mundo en una esfera,
y me invitaste a tu universo;
y yo, 
limpiándome los zapatos antes de entrar,
quise hacerlo con mucho cuidado, 
despacio,
como cuando te acaricio el cuello mientras duermes
y no te enteras,
porque no hay foto más bonita ni paisaje más suave
que ese km de tu piel;
y sí, el tictac de mi pecho te espera con el mismo entusiasmo
como aquella primera vez que entre tú y yo
no había ni aire que nos separara,
así que lo siento,
pero quiero estar tan dentro de ti que no va a haber manera humana
de que se interpongan entre tú y yo
ni un sólo cm de esos que pesan,
ni un sólo pesar de esos que alejan

Quizá a veces el dudar,
porque quiero asegurarme de que voy a ser yo 
la persona que te despierte con una sonrisa cada día, 
que una sonrisa te despierte 
porque sabes que voy a ser yo 
la persona con la que no vas a dudar

Pero de lo que más segura estoy en la vida es de que,
mientras miremos a un lado y estemos allí,
nada puede salir mal;
que si pienso en ti le otorgo dignidad al insomnio,
que si pienso en ti,
los latidos de mi corazón se quintuplican,
como lo que siento por ti cada día que pasa
como lo bonito que me parece el mundo
desde que puedo compartirlo contigo.