viernes, 23 de diciembre de 2011

Mis gritos envasados al vacío reventaron al fin.

¿Quién le pone nombre a las cosas? ¿A los sentimientos? ¿Quién decide lo que está bien y lo que está mal? Lo suyo es la risa contenida, lo mío es lo contrario. Tengo tanto paraíso a cuestas como infierno. Tuvimos noches de incendio que fueron las más felices de mi vida; tuvimos noches de incendio que estuvimos a punto de arrancarnos la vida. Lo bueno; lo malo. Ya no hablo del destino porque solía llevar su nombre, cada pieza de ajedrez que muevo me devuelve la vida, me une o me mata. En mitad del baile no tengo claro si bailar. No tengo claro si necesito romper las ventanas. Le podré dedicar siempre un "Así que alégrate, lo has conseguido, los días sin ti serían precipicios". Y en un camino lleno de altibajos por fin me encuentro, aunque el mínimo soplo de aire me haga tambalearme, aquí estoy, no tan brillante como solía estar, pero si dispuesta a prepararme para el baile. Tú me dices que soy magia volando sobre los tejados, yo me propongo tararear que "lo bueno va a encontrar su oportunidad"...

martes, 20 de diciembre de 2011

Aún estoy arreglando los rotos.

Te podría decir que durmieras conmigo esta noche pero luego vendría la excusa y su hermano gemelo el reproche. Te podría decir cómo dueles pero te confieso, que ya estaba esperando que algo me sacara la piel de los huesos. Te podría decir que mañana veremos el modo pero nunca te quedas conmigo y tampoco te marchas del todo.


Te podría decir que lo hice todo para ver si conseguía cortar las cuerdas del pasado, por que vi que a ti el amor solo te gusta con heridas y tu nombre no cabía dentro de mi porvenir. 

Te podría decir que aún estoy arreglando los rotos porque aún no he encontrado un buen sitio por el que hacer pedazos las fotos. Te podría decir que también intenté comprenderte y aprendí que tu forma de odiarme eran solo las ganas de verme. 


Te podría decir que mañana veremos el modo de aprender a quedarme contigo o aprender a marcharme del todo te podría decir que lo hice todo para ver si conseguía cortar las cuerdas del pasado porque ví que a tí el amor solo te gusta con heridas y tu nombre no cabía dentro de mi porvenir.

Si hubiera vuelto, pronto te arrepentirías, 
si hubieras vuelto, yo me habría querido ir 
¿por qué volver donde tan solo hubo heridas? 
El pasado es una chica a la que no hay que desvestir.


martes, 13 de diciembre de 2011

Mi prosa. Tus versos.

Nos gusta contar 10 años en forma de kilómetros, 2 momentos en forma de cafés, 4 sonrisas en forma de eternidad. Nos atrevemos a hablar de escalofríos y piedras; de susurros y llantos mientras me contemplas con tu gorro azul transparente. Jugamos a mirarnos por teléfono, a gritar bajo el agua, a saltar en las autopistas que recorremos. Este azar caprichoso es tan incierto como el vaho de estas ventanas. Aliarme con el invierno ha sido la mejor decisión, demasiado atrás quedan ya los espejismos, los paracaídas de mentira. Soltar amarras y tirarme por la borda; desafiar al mundo en su juego de animales. Me atrevería a entrar en invierno en pleno Marzo, a perder la primavera como si de un otoño falso se tratara. Esta misma noche, un siglo más tarde, después de 2 copas, 3 eternidades y 4 paraísos te recitaré mi prosa. Tus versos. Y los ojos color verdes de ciencia ficción se perderán en ese azul mar tormenta que vacía el paisaje.