domingo, 4 de septiembre de 2011

A veces es como un muro, me rodea y no puedo casi ni respirar. No lo sabe, ni siquiera sabe de qué manera pienso, ni siquiera sabe lo que es para mi. Si lo supiera lo único que conseguiría es mostrar mis debilidades y es algo que ya no voy a hacer. No me sirve de nada que hayamos medido el tiempo en latidos si no era lo mismo para las dos partes. Si mientras echaba de menos a alguien, yo sólo me rompía la cabeza pensando con qué sorprender. Si mientras follaba yo recordaba cómo lo hacíamos. En fin, aquí nada ha sido igual; no es coherente intentar ayudarme respecto a mi sentimiento de culpabilidad si cada vez que se desvanece en el espacio y tiempo logra que me vuelva a sentir culpable con sus palabras. De nada sirve si todo queda en el puto aire, si decora sus palabras con dardos envenenados. Conoce mi fragilidad y juega con ella, sin miedo a que me rompa. Mientras es una persona nueva, no le importa echar la vista atrás. Y ojalá todo esto que pienso fuese algo permanente y no dentro de cinco minutos, cuando lo relea, me duela tanto el alma que escueza hasta echar de menos.

3 comentarios:

  1. Jo, se me ha puesto el vello de punta al leerlo, cuántos sentimientos y cuánto dolor muestra esta entrada. Hay que ser fuertes
    Un besito muy fuerte de domingo!

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  2. Está siendo un Septiembre intenso en todos los sentidos...
    Me ha llegado el beso de domingo ;) Otro para ti y gracias por pasarte, que esto de ser nueva por el lugar... jajaja ;)

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  3. Veo que eres nueva por aquí, me alaga que te guste mi blog, a mi el tuyo también, mucho sentimiento, y tu flickr me chifla ;)
    ¡Un biquiño enorme!

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