sábado, 16 de marzo de 2013

El entusiasmo del milagro de tu boca.

Supongo que a mi también me costaría entender 
que alguien fuese capaz de parar el sol 
con tal de verme brillar cada día,
que esto no va de intensidades
fuerzas o potencias, 
va de la pasión que se cuela entre tus piernas,
el entusiasmo del milagro de tu boca,
o la energía que nos rodea,
o al menos...
... desde mi punto de vista,
humilde
pero desenfrenado

Supongo que a mi también me costaría entender
que el día pierde su sentido
si mis sentidos no se pierden entre los tuyos;
que los dulces sueños
y las metáforas románticas
son más bonitas si yo estoy recitando en ellas;
pero en fin,
hablar de hogar es hablar de ti,
con tu apellido y esas líneas que lleva tu firma,
tus besos,
sobre todo tus besos,
y la forma que tienes de arrugar la nariz
y desviar la mirada cuando te digo algo bonito;
quizá también que tu pie derecho se acerque al mío
mientras dormimos,
o que si te siento un centímetro más lejos de mi
me tiraría al acantilado de mis deudas en tu espalda,
de los préstamos que te debo,
o de las razones por las que afirmo,
que entrar en tu piel es el camino,
la dirección,
y la verdad

Supongo que a mi también me costaría entender
tantas cosas
pero todo me sobra
y todo lo entiendo
cuando me clavas la mirada mientras crees que no lo noto,
me giro,
y lo que encuentro delante de mi,
es el mundo en el que quiero vivir,
todos
y cada uno
de mis días

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