jueves, 18 de julio de 2013

Medirte a besos las distancias para que se reduzcan a 0.

Tengo unas ganas terribles de escribirte,
y contarte, por ejemplo, 
yo qué sé, 
que no daría nada por una noche a tu lado,
porque las quiero todas;
que me sorprendo a mi misma pensándote,
y que si te pienso,
es porque mis dedos gritan tu nombre,
al igual que yo quiero gritar en tu oído
todas esas cosas
que tus manos van a ir escribiendo en mi piel

Podría repetirte miles de veces las mismas cosas,
podría tatuarte el cuerpo de todas estas ganas,
en aumento,
que se mueren por hundirse en tu piel, 
y lo que no es tu piel;
que se mueren por medirte a besos las distancias
para que se reduzcan a 0;
que piensan devolverte por triplicado
todas las noches,
mañanas,
y tardes que te debo

Podría contarte, por ejemplo,
yo qué sé,
que tengo urgencia de tus labios,
de calcular las distancias de tu cuerpo a mordiscos,
de perderme en tus rodillas,
y en fin,
lo siguiente ya lo piensan mis piernas;
que aquí lo único que pasa,
es que hasta mis huesos te tienen ganas,
porque sí,
llevas la M en el nombre
de Mevasaterminarvolviendoloca

1 comentario:

  1. A mí me parece increíble la capacidad que tienen ciertas personas de volvernos locas. Y menos mal que todavía nos dejamos llevar, disfrutando. Besos.

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