domingo, 26 de mayo de 2013

y rompí mis principios al quedarme sin finales.

Te dije:
'Dime algo bonito',
y me dibujaste su nombre,
su número, su piel, 
su beso,
dejando atrás el mío
entre todos estos barcos hundidos,
sal en las heridas,
y mordiscos que, de repente,
dejaron de desembarcar
en todos estos rincones
y zarparon a otros cuerpos

Los días me suplican un porqué
(todo junto, como las decepciones)
y yo miro a otra parte
como si así se fueran los problemas,
sabiendo que mañana,
pasado,
o quizá una noche de Julio,
llamen a mi puerta de golpe, 4 piso,
e ingenua de mi,
los estaré esperando,
con algo de autodestrucción
y una pizca de placer

Lo sé porque se ha jubilado el amor,
las bodas de domingo
y aquel poeta que descifraba nuestros besos
se ha venido a vivir a mi cuarto
y en fin,
no deja de preguntar dónde estás
y yo ya no sé qué decirle;
quizá algún día le diga la verdad
como que cuando tuve que escoger,
la opción de que me quisieras
estaba tachada y llevaba tu firma,
así que escogí que me odiaras:
tracé un plan
como el pirata que busca el tesoro,
como las olas al romper en la arena,
y rompí mis principios
al quedarme sin finales;
escogí que me odiaras
y me odiaré por ello
hasta que tenga memoria,
pero nunca sé decir adiós
cuando la situación lo requiere,
nunca sé acelerar si te veo por el retrovisor,
y nunca sabré recoger mis cosas y marcharme
sin mirar atrás
una
y otra
vez

Quizá estemos a tiempo de escoger nuestra derrota
o quizá no,
hay aviones que despegan sólo una vez
y yo estoy pensando
en empezar a coger el autobús

5 comentarios:

  1. Joder. Estoy alucinada. Me encanta

    ResponderEliminar
  2. ¿Y quién es valiente para decir adiós? Adiós con punto y final, con puerta cerrada...

    Creo que siempre dejamos una rendija en esa puerta, un marca páginas en ese capítulo desgastado de nuestra vida, con la esperanza de volver a releerlo algún día, como si pudiésemos volver a lo mismo, al principio..

    ResponderEliminar
  3. Al final, ¿quién no ha sido estatua de sal por alguien?

    ResponderEliminar