jueves, 3 de noviembre de 2011

Nuestros pequeños sueños, y nuestras pesadillas.

Estoy por aquí igual de perdida, sin querer encontrarme demasiado. Buscando tal vez conclusiones de algo que ni las tiene, intentando no volver a meter el pie en este charco de desastres. Me han visto colgada del cuello de cualquier lunes, arrastrada por palabras que nunca quedaron escritas, buscando los silencios en esta selva repleta de mentiras e ilusiones. Me pido tranquilidad a mi misma, no sin antes haber sufrido de sus guillotinas sin caricias, fuegos que parecían juegos; juegos que eran lo que parecían. Quererme y cuidarme es lo que aparece escrito en los créditos iniciales de este capítulo, porque a pesar de ser sus dedos los que hacen temblar mi piel como los de nadie más, de nada me sirve si antes o después me quedo tiritando de nuevo. Tengo más deudas con su cuello de las que jamás nadie tendrá con la piel, pero tengo que recuperar las piezas de la mía para dejar a un lado las pesadillas. He desgastado mi voz en sueños rotos, me he drogado con promesas que escuecen, he esperado lo inesperable y aunque sigo creyendo en las utopías... es mi momento para cuidarme. Por mucho que me despeine el viento, me asalte su nombre o me arrastre el mar de recuerdos, siempre hay alguien ahí capaz de escuchar mis miles de reflexiones, paranoias (#controlatusparanoias) o rayadas sobre la vida. Porque ni todas las canciones de amor son tan bonitas, ni todas las películas tristes tienen un trágico final. Podríamos decir, por decir algo, que te debo un baile y no una explicación.

2 comentarios:

  1. Llevo, a lo tonto, y sin premeditación ni alevosía, bastante tiempo leyéndote por el fotoló, ahora por aqui. Y ésta, este texto que has escrito, es el más positivo, el más "hacia delante" que te he leido en mucho tiempo. Y me gusta. Porque es así como se avanza.
    La vida es un conjunto de ciclos. Hay que soltar para volver a agarrar. Y en el proceso agarrarse a una misma las faldas, bien fuerte, para q esos vientos y mareas de recuerdos q vengan no nos lleven a donde no queremos ir.
    Mucho ánimo con tus sueños, y dale duro a las pesadillas.

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  2. Jo, me encanta como te expresas...

    A veces queremos correr más de la cuenta, saber qué pasará ahora y no dejar el tiempo necesario para que las cosas se calmen y podamos verlas desde otra perspectiva... Tenemos quedarnos un poco de tiempo, un poco de paciencia, no ser tan duros con nosotros mismos y seguir adelante.

    ;) Un besito, y feliz viernes

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