jueves, 14 de febrero de 2013
Si me condenas, elijo la crucifixión en tu pelo.
Tengo en la cabeza un centenar de palabras
que ni se acercan a la posibilidad de describir lo que siento cuando noto que me estás mirando,
cuando me sorprendo a mi misma fijándome en tus manos
porque al fin tienen parte de mi piel
Lo que siento al darme cuenta
de que el invierno es menos frío si me haces un hueco en tu cama,
en realidad...
me muero en tu risa,
no he estado en mejor estación que en tu pecho
y no eres consciente de que los mechones de tu pelo
enredándose en tu espalda
son como un precipicio al que me tiraría
con las manos atadas,
los ojos cerrados
y para qué engañarnos,
las piernas abiertas
Que en el preciso instante en el que me das la mano
mandaría todo a la mierda
y me quedaría a vivir en esa escena de nuestras vidas
Quizá el amor son esas cosquillas que te encuentro
al final de la espalda,
mis ojos alejándose unos cm
para poder perderme en tu mirada
Quizá el amor son esas chispas que aparecen
cuando me muerdes el cuello,
o mis manos jugando en tu tripa
porque han decidido que será su nuevo
y último hogar
De lo que estoy segura es que el amor
es lo que hacemos con tan sólo mirarnos
Atraviesa mi piel y quédate a vivir,
acepta el contrato de besos repartidos
por cada rincón de tu cuerpo
y prometo aprender a cocinar
y a bajar la persiana de tu ventana
para que en la oscuridad pueda dibujarte en la espalda,
con la yema de mis dedos,
todo lo que siento por ti
Y en fin, si me condenas, elijo la crucifixión en tu pelo
Total parcial: Te quiero
Total general: Te amo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)